top of page

CUENTOS CURIOSOS

Cuentos cortos y llenos de intriga. suspenso, pasión y encanto.

 El Cartel Luminoso                                                           AUTORA:  SARAH KLEIN

Los ojos de la noche llamaban su atención…lo atraían como un imán ….quería escapar, lejos, pero….todo era ruido y confusión, música estridente, tragos largos,  con alcohol sin medida, mujeres despampanantes, risas esforzadas, modales desdeñosos, muchas miradas, algunas aburridas, otras huidizas y una… si había una “especial” que a la distancia resaltaba su interés. Deseaba acercarse a ella, pero el gentío se lo impedía. Las luces brillantes de la confitería bailable empezaban a enceguecerlo, sumado al alcohol que había consumido, cada vez más se le nublaba la visión. Cuando logró enfocar en aquella dirección, la mirada “especial” había desaparecido detrás del denso humo del lugar.

Decidió irse, desganado, con una laxitud que lo inmovilizaba. Le costó caminar las pocas cuadras que lo separaban de su casa. Llegó casi sin fuerzas, tambaleándose, con varias copas encima, consumidas con bronca…por no haber logrado ni siquiera…una simple charla con aquella furtiva mirada. Entró lentamente, se quitó los zapatos y caminó en punta de pie, moviéndose hacia un lado y hacia el otro del living, tratando de no hacer ruido, como si estuviera en casa ajena… bueno era casi ajena, porque a esta altura de los acontecimientos, estaba más fuera de ella que conviviendo con su esposa…si, eran como dos desconocidos después de tantos años de matrimonio. Sin darse cuenta, se acostó del lado contrario de la cama, del que ocupaba siempre su mujer….su mujer, que ahora no estaba… allí, en la cama.

Domingo por la mañana, el sol despierta muy temprano en la primavera del barrio de Monserrat. Casi las siete de la mañana, y sus ojos se niegan a abrirse. No pasaron ni cuatro horas desde que se acostó desmayándose como una tromba, impregnado de humo y alcohol. Mareado y con el agotamiento seguro de una noche movida, abrió un ojo mirando hacia la ventana. El sol le lastimó con su fuerte resplandor. Se refregó los ojos tratando de enfocar para reconocer donde estaba. Si, era el dormitorio de su casa, de eso estaba bien seguro. No recordaba cómo había llegado hasta su cama…su cama sin su esposa….pero dónde estaba ella?

Se levantó despacio, tratando de controlar sus músculos entumecidos, moviéndose casi como un robot. Casi se cae nuevamente en la cama. Sacudió su cabeza para despabilarse. Desde ese rincón pudo ver la nota. La tomó con un temblor, pensando en lo peor, pero…no fue tanto asi. Ella le decía que debía ir a visitar a su madre porque se encontraba con mucha fiebre, y el asma le estaba dificultando respirar y…se sintió aliviado, como si de golpe todas sus inquietudes se hubieran desvanecido.

 Lo mejor era tomarse un baño con agua caliente para despejarse y poder quitarse la borrachera que lo estaba aplastando como una topadora. Se vistió con ropa sport y salió a caminar, sin rumbo, sólo quería tomar el aire fresco de la mañana, comprar el diario, desayunar en algún barcito de la Av. De Mayo, después perderse entre la gente de la feria de San Telmo, mirar las chucherías, las antigüedades, las reliquias, donde parece que el tiempo se detuviera….y el tiempo se detuvo, y su corazón pareció detenerse también, y no podía creerlo… miró nuevamente, con cuidado…y ahí estaba, otra vez vio esa mirada “especial” de la noche anterior, casi apenas perceptible, observando distraídamente una vidriera.

Se apuró disimuladamente tratando de no perderla de vista, abriéndose paso entre la gente de la feria, que no compraban, ni siquiera preguntaban precios, sólo miraban, sólo estorbaban y le impedían avanzar, y…….nuevamente la perdió de vista, igual que la noche anterior. Será el destino que no lo deja llegar?. Será que no tiene que ser? Será un misterio para siempre?

No quería resignarse, quería seguir buscándola, ahora estaba más furioso aún que en la confitería bailable. Era su segunda oportunidad y la había perdido. Tendría que encontrar una tercera… y la iba a buscar. Pero dónde? En la calle era muy difícil, casi imposible, entre tanta gente, un domingo a la mañana, ahi en San Telmo. No ahino la encontraría. Seguramente en la confitería, eso es. Allí estaría, seguro.

Se preparó para la noche. Se puso sus mejores ropas, estrenó un saco azul y pantalones blancos. Lustró los zapatos de cuero blando, especiales para el baile. Se perfumó un poco más que de costumbre y salió rumbo a la confitería. Era temprano, apenas las diez de la noche. Pidió una copa de vino blanco y se sentó en la barra…a esperar. Y esperó casi una hora, cuando de pronto la vio entrar. Lucía un vestido ajustado color carmín, zapatos de tacón alto el cabello le llegaba por debajo de los hombros, como una cascada rubia y ondulada. Y sus ojos se clavaron en los de él…y los sintió como hierro incandescente, le quemaban su cuerpo, le llegaban hasta el alma. La tenía a sólo medio metro de distancia…. a ella toda entera….a ella, su mujer.

EL COLECTIVO                                                    AUTORA:  SARAH KLEIN

 

Lentamente se iba quedando dormida. El sueño la atrapaba extendiendo una red invisible a su alrededor. Sus párpados deseaban mantenerse abiertos, pero una fuerza superior los hacía caer sobre sus ojos. Su cabeza se ladeaba sobre el costado derecho y cada tanto su cuerpo volvía a erguirse tratando de mantenerse despierta.

Una fuerte frenada del colectivo la impulsó hacia adelante, sacudiéndola bruscamente. Se acomodó la falda y alisó su cabello para sentirse mejor.

Todos los pasajeros comenzaron a mirarse entre sí, extrañados, inquietos. Sentían que algo había sucedido, pero no se daban cuenta de qué. El colectivo se había detenido. Curiosos se acercaron a mirar por las ventanillas, empujándose unos a otros. No había semáforos, ni coches, ni personas. No habían chocado ni lastimado a nadie….en realidad no había nadie en los alrededores!!!!

Dónde estaban???  Cómo habían llegado ahí???  Estabamos en el medio de la nada… en el medio de la noche Había resfrescado. Empezaron a hablar entre ellos, haciéndose miles de preguntas. Las voces se tornaron agitadas.  Los adultos hablaban en voz baja para no atemorizar a los niños. Los niños gritaban y se subían a los brazos de los adultos.

De pronto alguien desde el fondo se dirigió a preguntarle al chofer pero…. el chofer no estaba!!!! Dónde se habría ido??  No podía haber desaparecido????   O si????

El temor empezó a llenar los espacios de silencios y las palabras salían tartamudeando de sus bocas.

Nadie se animaba a bajar del colectivo para averiguar donde estaban, ni que estaba sucediendo. Alguien insinuó que debían poner en marcha el colectivo y salir de allí. Alguien estuvo de acuerdo y se acercó al asiento del chofer y buscó la llave para ponerlo en marcha……no había llave!!!!!!

Alguien gritó que todos bajáramos para empujar y… ahí se produjo una gran avalancha hacia las puertas pero….estaban cerradas!!!!!  Intentaron abrirlas con el mecanismo pero fue imposible. Hicieron palanca con herramientas que tenía un albañil en su bolso y…..nada!!!

Alguien vociferó que rompieran los vidrios de las ventanillas. Comenzaron a patearlas una y otra vez.  Alguien tomó el matafuego y lo arrojó contra la luneta trasera. Los pasajeros del fondo se agacharon justo a tiempo. Los vidrios saltaron por doquier. Todo se tornó griterío y confusión!!!!

Un hombre de gran porte se animó a salir primero trepándose a la luneta y dando un gran salto. Todos observábamos expectantes. Nadie se animaba a imitarlo. Nadie quería arriesgarse… el pánico se apoderaba de nosotros.

Alguien fue levantando uno tras otro a los pasajeros y se los alcanzaba al hombre de gran porte que los ayudaba a bajarlos.

Un grito de angustia salió de su garganta y empezó a temblar inconteniblemente. Alguien la tomó de los hombros y la sacudió con firmeza. Se sobresaltó!!! El llanto le bañó la cara. Se tapó los ojos para no ver, para no sentir….

Alguien la abrazó con fuerza, le besó las lágrimas….abrió los ojos…miró a su alrededor….se sentó en la cama.

ERRORES FORTUITOS                AUTORA:SARAH KLEIN

 

Viernes 4 : Todavía ni noticias de cobrar el magro sueldo que no alcanza más que hasta mediados de mes. Como para no estar alterada, dormir mal, y lo peor, el estómago vacío que ya no tiene muchas expectativas.

Ahora la campanilla del teléfono desea conectarme con el resto del mundo que yo no deseo escuchar. Estoy harta de tanta hipocresía, que sólo sirve para los demás y para mi no reporta siquiera un buen sueldo. El mundo se mueve a través del hilo del teléfono, como si fueran títeres sin cabeza que piensan con el bolsillo.

Cuando me disponía a tomar mi suculento almuerzo de galletitas y queso, mi jefe me pide la comunicación con el Sr. Luis González, Gerente de Ventas de Novic y Asociados. Una voz femenina me informa que debo aguardar en línea, comienza la fastidiosa espera, oigo voces “ESTA NOCHE CUANDO EL VIEJO GONZA SE RETIRE…LE SACO LA  LLAVE… ME LLEVO EL PAQUETE…

Todo es demasiado terrible!!!! Tengo que hacer algo, pero que  ????

Pobre infeliz telefonista inmersa en semejante descubrimiento.

De pronto surge la gran idea !!!  Escribo a máquina unas líneas, sin firma, le entrego el sobre al cadete y le suplico que lo entregue en mano.

Sólo espero que llegue a tiempo y el Sr. González me crea.

Sábado 5: Atónita leo el diario “INTENTARON ROBARLE LOS SUELDOS AL TESORERO GONZALO CESPEDES DE NOVIC Y ASOCIADOS. GRACIAS A UN ANONIMO RECIBIDO POR EL GERENTE DE VENTAS , SR. LUIS GONZALEZ, SE PUSO SOBRE AVISO A LA POLICIA, QUIEN ACTUO CON CELERIDAD EVITANDO EL ROBO…”

Gonza, Gonzalo, González…. Un error fortuito que provocó un final feliz. Sentí un gran alivio interior, como si realmente vivir tuviera sentido en ese momento, a partir de ese momento.

Lunes 7:  Llegué a la oficina con ganas de llevarme el mundo por delante. A las once de la mañana el guardia hizo pasar a un mensajero hasta mi escritorio. Me entregó un sobre lacrado, sin remitente ni destinatario. Me decidí a abrirlo, dentro había una carta, un sobre y un cheque.

“LE ENVIO EL SOBRE QUE ME REMITIERA CON EL “ANONIMO”. OMITIO UTILIZAR UN SOBRE EN BLANCO Y POR EL LOGOTIPO DE SU EMPRESA PUDE IDENTIFICARLA. ACEPTE ESTA HUMILDE RECOMPENSA. GRACIAS. ATTE. SR. LUIS GONZALEZ, GERENTE DE VENTAS DE NOVIC Y ASOCIADOS”.

Sobre con logotipo !!!!  Otro error fortuito, era el colmo de lo increíble!!

De pronto recordé el cheque doblado prolijamente y lo abrí con sumo cuidado, como quien desenvuelve un Regalo de Navidad sin ser Navidad.

Sonrei, y me di cuenta que hacía mucho que no sonreia. Cerré la puerta de la oficina tras de mi. Sobre el escritorio quedó firmada satisfactoriamente y sin arrepentimiento, de mi puño y letra, como fiel testigo, sola y expectante, mi solicitud de renuncia.

ACADEMIA DE BAILE                                         AUTORA:   SARAH KLEIN

 

Cuando nos proponemos una meta, queremos lograrla a toda costa. Pero a veces las circunstancias son más fuertes y nos derrumban los sueños...propios o ajenos... innecesariamente.

Pero comencemos por el principio de esta historia. Una mañana Melina se despertó pensando que en menos de seis meses sería la esposa de Ezequiel y deseaba darle una sorpresa, algo “especial” para la noche de bodas. A él le gustaba mucho el baile y ella no sabía dar dos pasos juntos. Se habían conocido dos años atrás y jamás le aceptó ir a bailar. Siempre encontraba un pretexto para esquivar “ese” compromiso. No quería demostrarle que no sabía, y se sentía muy avergonzada por rehusarse.

Buscó en los diarios y revistas que llegaban a sus manos, hasta que un dia un aviso le llamó la atención “Academia de Baile”. “Para sentirse confiada adentro y dejar la vergüenza afuera”. “Primera clase sin cargo” Vaya que era provocativo!!! No dudó ni un instante; llamó por teléfono de inmediato y concertó una cita para su primera clase: jueves 19.00 hs.

Se visitó con ropa cómoda e informal. Llegó pasadas las 18.30 hs. No había demasiada gente, lo cual le permitió sentirse más relajada. No quería que muchos ojos la estuvieran observando. La profesora se acercó para darle la bienvenida y le presentó a sus compañeros Entre ellos se encontraban dos mujeres jóvenes y tres mayores. También había algunos caballeros de mediana edad y uno más joven. Este último la observaba como si la estuviera radiografiando a la distancia, la que parecía acortarse cada vez más. Es esa primera clase tuvo la oportunidad de bailar con todos los hombres, incluso con el más joven, que quedó al final de toda la hilera. Al concluir la clase, todos quedaron en regresar a la semana siguiente. Melina estaba muy indecisa. Le gustó la clase pero le costaba muchísimo seguir la conducción de los hombres en el baile. Franco, el más joven, trató de convencerla de continuar. Ella quedó en pensarlo. Franco insistió en acompañarla a la casa, de esa manera tendría la oportunidad para seguir conociéndola. Melina prefirió irse sola.

Al llegar a su casa, repasó mentalmente todo lo que había sucedido esa tarde. Sintió que quería seguir con las clases de baile. Quería aprender, debía hacerlo. Por Ezequiel, para darle esa sorpresa. Y por ella también, se lo había prometido a si misma, y su palabra tenía valor. Cuando estaba por acostarse sonó el teléfono. Se sorprendió porque por la hora no podía ser Ezequiel ya que se acostaba temprano y se levantaba al amanecer. Atendió preocupada y…Franco estaba en la línea!!! Cómo había conseguido su número??? Habló algunas palabras y se disculpó enseguida porque debía ocuparse de sus tareas diarias y… cortó la comunicación como si el aparato estuviera al rojo vivo. Nuevamente se quedó pensativa…se sentía incómoda con todo lo que había pasado en la clase y ahora continuaba el malestar con esta llamada…Se propuso encararlo en la siguiente clase, eso era lo más sensato, hablarlo frente a frente. Explicarle su situación, su próximo estado civil, su único interés por el baile….y cortar todo por lo sano. Eso haría.

A la semana siguiente llegó antes del horario de clase para hablar con Franco. Ël aún no había llegado. La clase comenzó y él no vino. Más tranquila pudo aprender algunos pasos y practicarlos con sus compañeros. Por suerte fue una tarde amena y sin…sobresaltos. Al finalizar la clase se dirigió a su casa y antes de llegar a su puerta, lo vio parado como una estatua aguardando su llegada. No podía creerlo!!! Primero la llamada telefónica de la semana anterior, ahora estaba aguardándola en la puerta de su casa. Pero que desfachatez la suya!!!!

Ël le salió al paso para hablarle. Ella se negó rotundamente, Quiso tomarla de la mano y ella se zafó de inmediato, giró sobre sus talones y entró a su casa. Angustiada y con el aliento entrecortado, se dejó caer en el sillón. Rompió en llanto…. Inconteniblemente.

Esa noche durmió mal, se despertó varias veces, tuvo pesadillas Decidió que debía poner fin a todo esto, pero de otra manera. Rotundamente. No podía encontrarse nuevamente con él bajo ninguna circunstancia. En principio no continuaría con las clases de baile. Pero tal vez eso no fuera suficiente. Ya sabía su número de teléfono y también donde vivía. Podría continuar acosándola en cualquier lugar y a cualquier hora….No, no podía seguir asi. Había que cortar esta locura de raíz…pero cómo?

Tomó una decisión Tenía que contarle todo a Ezequiel. Él iba a ser su marido. Tenía que enterarse de todo esto. Tenía que saberlo. Tenía que ayudarla…tenía. Si, tenía un miedo atroz de contarlo y que él se enojara, pero…asi era peor. No podía manejar sola esa situación Era intolerable.

Se visitó bonita para impresionarlo. Perfumada, maquillada y con tacones altos. Le sorprendería verla asi. Ella que vivía con zapatos bajos y jeans….Entró a la oficina saludando a la secretaria. Preguntó por él. Le informaron que estaba en reunión pero que no se demoraría. Decidió esperarlo leyendo una revista en la recepción. A sus espaldas escuchó una voz que le resultaba conocida…no quiso darse vuelta para comprobar que rostro tenía esa voz. Sacó discretamente un espejo de su cartera para mirar por él y … ahí estaba, era Franco, otra vez él rondándola!!!! Fue en ese momento que Ezequiel salió de la sala de reuniones y la vio. Se acercó a ella para abrazarla y besarla.

De lejos los observaba Franco, su chofer.

DEFINITIVAMENTE                                                         AUTORA: SARAH KLEIN

 

 

Beatriz tenía que irse. No sabía dónde, no sabía cuando, ni siquiera cómo...pero sí el porqué. Era urgente, imperioso, definitivo. Si, tenía que irse.

Hurgaba dentro de su mente cuando empezó todo. No podía recordarlo con precisión, pero tenía clara la imagen de Dolores, su cara bañada en lágrimas cuando le dijo su decisión. Se agitaba en pequeñas congojas. Sus manos se movían como alas y sus labios temblaban balbuceando palabras inteligibles. Jamás olvidaría esa imagen. Definitivamente.

Beatriz dio vueltas y más vueltas en la cama. Miró su reloj, casi las cinco de la mañana. Ya no podría conciliar el sueño otra vez. Se estiró para quitarse la somnolencia. Decidió levantarse y tomar una ducha rápida. Tenía mucho en que pensar y todavía estaba aturdida por los últimos acontecimientos.

 Dolores y Beatriz comparten un departamento en Quilmes, zona sur del Gran Buenos Aires. No solamente comparten eso, yo diría que comparten todo; la comida, la ropa, los amigos... como yo. Las conozco hace más de ocho años. Las tres somos compañeras de trabajo... y de aventuras también. De aventuras y desventuras, de alegrías y desdichas. Si, todas compartimos todo. En realidad, compartíamos. Si, asi fue hasta la semana pasada, cuando Beatriz dijo con voz grave que tenía que irse, no sabía dónde, no sabía cuando, ni siquiera cómo, pero si el porqué. Sin embargo, no quiso contarnos a ninguna de las dos. Ella dijo tener sus razones, por nuestro propio bien. Dolores rompió en llanto como una colegiala. No lo podíamos creer. Fue de golpe. Sonó como un mazazo en nuestras cabezas. Yo quedé tan aturdida que enmudecí. Las palabras se me atragantaron. Traté de no llorar en ese momento para poder consolar a Dolores. A la noche, sola en mi cuarto, no me pude contener.

 Los días pasaron como sombras. Apenas cruzábamos miradas, hablábamos lo esencial, el trabajo, las compras, la comida. El silencio se apoderó de nuestras voces. Las preguntas quedaban flotando en el aire. Las respuestas no llegaban nunca.

 La noche anterior a su anticipada partida casi no pude dormir. Me desvelé pensando cuál sería el motivo de la huída… porque estaba segura que de algo estaba escapando. Pero de qué?... Porqué?  No tenía familia, ni amigos en otro lugar, sólo a nosotras…. Y así de golpe, como si alguien la estuviera persiguiendo o acosando. Las preguntas fluían en mi mente en forma incesante, a borbotones. No podía dejar de pensar…Una y otra vez las mismas preguntas y ninguna respuesta.

 Viernes por la tarde salimos las tres de la oficina. Beatriz no se despidió de nadie. Saludó como de costumbre con un simple “Hasta el lunes”. De pronto estábamos caminando por Lavalle, mirando distraídamente las marquesinas luminosas de los cines. En pocas horas Beatriz tomaría un micro, sin decirnos a donde iría. Dolores y yo nos miramos con complicidad. Teníamos que detener esta locura. No importaba cual fuera el motivo. Nada era tan grave como para no poder solucionarlo. Teníamos que ayudarla a como diera lugar. Teníamos que averiguar el porqué de su repentina partida. No la dejaríamos ir sin saber toda la verdad.

 Cuando llegamos al departamento que ambas compartían, vimos los bolsos preparados y cerrados bajo la ventana del living; sobre ellos, un sacón y bufanda. Y no aguanté más. Me interpuse entre Beatriz y la puerta y la increpé. Al verse acorralada, entre sollozos nos confesó “ME ENAMORE DE UN HOMBRE CASADO….Y EL MARIDO SE ENTERO”.

RUIDO ENSORDECEDOR                                 AUTORA  SARAH KLEIN

 

Como todas las tardes me senté frente al ventanal que da al parque. Adoraba mirar el atardecer…todo se embellecía!!! Los rayos dorados del sol hacían resplandecer las hojas de los árboles; el pasto parecía una alfombra de luz….. A lo lejos, el río seguía su cauce, con su murmullo suave y cantarino, incansablemente. Y yo me maravillaba como si lo viera por primera vez.!!!!

Caía lentamente la noche sobre el campo… no no quería irme, no quería dejar de admirarlo…!!!!!

De pronto los árboles comenzaron a balancearse hacia derecha e izquierda, como si una fuerza invisible los empujara. El balanceo se hizo cada vez más intenso, hasta inclinarlos más y más.

Un ruido sordo me sobresaltó!!!!!  Miré a mi alrededor y no pude distinguir de dónde había venido. Me sentí inquieta. Estaba sola en la casa, desprotegida, paralizada…. Respiré hondo y me escondí tras el cortinado. Mi respiración se tornó agitada, y un temblor me sacudió entera. Volví a respirar hondo y escondida miré a través del ventanal…Estaba muy oscuro… apenas una tenue luz de luna iluminaba el campo. Dentro de la casa no había luces encendidas; yo no había tenido tiempo de hacerlo. La noche se vino de golpe y el ruido no me dio tiempo a hacerlo…

Me quedé agazapada tras la cortina lo más quieta posible, con los oídos atentos. Sólo escuchaba mis latidos y mi respiración entrecortada y…. otra vez el ruido sordo!!!!!!.... Lo escuché más cerca…. Como si estuviera del otro lado de la pared!!!!  Era tanto mi temor que no podía distinguir de dónde provenía exactamente… o no quería averiguarlo…..

Sentía que el corazón se me iba a saltar del pecho, que traspasaría mi garganta y quedaría arrojado a mis pies…. Miré mis pies….. como esperando verlo caer…noté que temblaban igual que mis manos…. Que todo mi cuerpo era un solo temblor. Me enderecé de golpe como una flecha y pegué mi cuerpo contra la pared, detrás del cortinado.  El olor de alcanfor me estaba dando náuseas…contuve la respiración…sólo mis ojos se movían inquietos en todas direcciones tratando de ver a través de la oscuridad…

Y volví a escuchar otra vez el ruido sordo!!!! Parecía estar dentro de mi cabeza, perforándome las sienes como un martilleo… Temblaba y no quería hacerlo… quería gritar y no debía hacerlo… Me mordí la lengua tan fuerte que sentí el sabor amargo de mi sangre…..

Y de pronto toda la habitación retumbó en un ruido ensordecedor. Los candelabros se balanceaban hacia los lados, el piso se sentía crujir bajo mis pies.

Miré mis pies…..se habían mojado. En segundo el agua llegó a mis manos… Empecé a moverme,  empecé a agitarlas para salir de allí…. Tenía que escapar….tenía….

El agua me llegaba al cuello. Una madera del piso rozó mi cabeza. Giré mi cuerpo con desesperación y traté de asirme a ella….Las puntas de mis dedos apenas podían tocarla… Dí una brazada larga y la tomé…..La abracé con desesperación….La madera me sostenía, me mantenía a flote……

Miré a mi alrededor….el ventanal ya no existía…tampoco el campo….

El río salió de su cauce y se apoderó de todo.

CON LOS MINUTOS CONTADOS                         AUTORA SARAH KLEIN

Salí apurada, tenía prisa, no quería mirar atrás…no quería ver lo que dejaba, mejor dicho, lo que abandonaba. Una etapa de mi vida, truncada, que jamás olvidaría. Y cómo dolía…en la piel, en el alma!!! 

Traté de no pensar, tenía por delante mucho que hacer; aún no sabía cómo. El tiempo se encargaría. Miré el reloj, marcaba las 6.30. El sol perezoso aún dormía. Entré a un bar. Poca gente a esa hora. Me senté en una mesa al lado de la vidriera. Siempre elegía esos lugares…me gustaba ver pasar a la gente, sentía curiosidad por mirar sus rostros, adivinar sus pensamientos…

Pedí un cortado y… de pronto sonó el teléfono. Sabía quién podía ser a esa hora…no hacía falta mirar el número. No quería atender…para qué?....... Volvió a sonar el teléfono…tendría que atender pero…qué iba a decirle… me mentiste!!!! Otra vez… como tantas veces. Prometer, prometer, pero nunca cumplir tus promesas….Digas lo que digas, ya no podía creerte más….. 

Y otra vez ibas a disculparte, y otra vez ibas a jurar por tu madre, y otra vez ibas a dejarme esperando….Y yo , disculpando tus llegadas tardías. Más excusas se iban sumando a medida que mi paciencia se iba perdiendo….

Volvió a sonar el teléfono…..Esta vez no. No podía volver a confiar…otra vez no. No volvería a caer en tus redes, en tu sonrisa tierna, en tu abrazo cálido, en tus besos… no, no, no!!!!!

Dejó de sonar el teléfono…al fin se cansó. Yo me cansé mucho antes….. Las 7.15, pedí la cuenta. Tenía que ir a la terminal de micros. Un pasaje, un viaje de 9 horas y de regreso a casa, mi lugar!!!  

El balneario comenzaba a llenarse de turistas con el ánimo de veraneo en la piel. El aire se iba impregnando con aromas de sales y bronceadores… 

Me puse en marcha arrastrando la valija por las calles de tierra. De a poco me iba desprendiendo del sonido del mar, me iba alejando del bullicio de los veraneantes…me sentía como si me arrancaran un pedazo de mi cuerpo, como si me desprendieran un trozo de mi vida……Y quería llorar, gritar a los vientos todo el dolor que me estaba quemando por dentro como un fuego, sofocante, que me consumía…

Me detuve en seco…necesitaba respirar, necesitaba tomar aliento a bocanadas, sentía que me ahogaba, no podía seguir caminando…

Me senté en la entrada de una casa con la respiración agitada…esperé, esperé hasta que se normalizara….No supe cuanto tiempo pasó… Lo cierto es que cuando me puse de pie, había tomado una decisión  

Tenía que hablar con él. Decirle todo lo que pensaba, lo que realmente pensaba. Sin callarme nada, sin olvidarme de ningún detalle, de ninguna falta. No debía pasar nada por alto. No debía irme sin hacerlo. No debía……..

Volví sobre mis pasos hacia su casa. Dentro de mi cabeza los pensamientos  se sacudían como relámpagos. Iba caminando y hablando en voz alta para aclarar mis ideas. Debía tener todo bien preparado para no equivocarme, para no permitirle hablar, para no hacerme duda.

Casi sin darme cuenta me encontré de pronto en la puerta de su casa. Estaba abierta. Entré sin anunciarme, lo busqué, lo llamé…..No estaba, simplemente, no estaba….

Se me atragantaron los pensamientos en el fondo de la garganta…se hizo un nudo en mi estómago…y no soporté más……todo el llanto acumulado saltó a borbotones, hasta que surgieron los espasmos… sentí mis ojos hinchados…se doblaron mis rodillas y cai… sólo cai.

Senti todo el peso del mundo sobre mi pecho y un gran vacío al mismo tiempo….hasta que mis ojos nublados se abrieron cuando en silencio un abrazo nos envolvió a los dos.

LA TETERA                                                           AUTORA:   SARAH KLEIN

Cuando me mudé a la casa que fue de mi abuela, sabía que tendría mucho por hacer. Había que arreglar el piso ya que en algunos lugares se encontraron nidos de termitas, las canillas que perdían por el paso de los años porque los cueritos se gastaron, en las habitaciones la pintura estaba bastante descascarada…en fin, mucho por hacer. Decidí tomarlo con calma, tenía mucho tiempo disponible pero poco dinero para invertir en esos menesteres.  Hablé con mi novio. Algunas cosas él se animaba a hacer, sobre todo… el cambio de los cueritos.  Consulté a distintos profesionales, pedí varios presupuestos… pero no me decidía… todavía.

Un día que estaba en plena tarea en el jardín cortando los altos yuyos que crecieron en forma desbordante invadiendo la casa lindante, se presentó sorpresivamente la vecina. Le pedí disculpas por la maleza que estaba volcándose sobre su jardín y nos presentamos formalmente. Comenzamos a charlar muy amablemente y le conté porqué había ido a vivir a allí, que tenía mucho trabajo por delante en esa casa, que iba a necesitar ayuda de algún profesional con experiencia, de nuestra situación de escasos recursos…. De pronto me di cuenta que estaba contándole mi vida a alguien que recién conocía y… me sentí muy a gusto charlando con ella. Prometió ayudarme.

Por la noche le conté a Nacho, mi novio sobre el encuentro sorpresivo con Betty, la vecina. Sobre nuestra charla y su promesa de ayudarnos. Realmente me sentía como si un hada madrina hubiera aparecido en nuestras vidas!!!!

A los pocos días volví a encontrarme con Betty casualmente en una tienda de antigüedades. Yo estaba mirando una tetera de porcelana china y ella entraba justo en ese momento. El dueño de la tienda me informaba que la tetera había pertenecido a un mandarín de la dinastía ching en el siglo XVII. Yo estaba fascinada con la tetera, pero el precio era sumamente elevado.  Betty, que había escuchado toda la conversación, sin dudarlo un segundo decidió comprar la tetera para mi. Asombrada por su gesto, no podía aceptar semejante obsequio, pero ella insistió en forma rotunda y no tuve más remedio. Nuevamente me sentí como si un hada madrina hubiera aparecido en nuestras vidas!!!!  En agradecimiento la invité a tomar el té al día siguiente.

Ordené lo mejor posible la casa, coloque flores en los jarrones para perfumar los ambientes y embellecerlos con diferente colores, colgué cortinas en las ventanas y acomodé los sillones cerca del hogar con leños para que se sienta más acogedor… en fin hice todo lo mejor posible para que cuando llegara Betty estuviera realmente cómoda.

A las cinco en punto sonó el timbre de la puerta. Yo estaba aún con los preparativos del té, asi que fue Nacho a recibirla. Escuchaba desde la cocina sus comentarios sobre la casa y los arreglos que hacían falta, sus pasos que se alejaban del pasillo y se dirigían a la sala, el sonido de la música que de pronto se encendió en un CD y.... las voces se callaron. Puse las tazas, la azucarera y la tetera en una bandeja y llevé todo a la sala. Al llegar me llamó la atención que estuvieran en silencio, pero no dije nada. Apoyé la bandeja sobre la mesa ratona y cuando iba a servir el té, me di cuenta que había olvidado las masitas. Nacho se ofreció a buscarlas y yo me negué aduciendo que yo sabía donde las había dejado. Fui hasta la cocina a buscarlas y…me quedé un buen rato con la excusa de preparar el plato…...pero en realidad……..los estaba espiando.

Y lo que vi me dejó pasmada….Betty lo estaba besando y Nacho no se negaba….Respiré hondo y haciendo un poco de ruido para que se dieran cuenta de mi presencia, me acerqué con el plato de masitas. Al llegar los encontré sentados uno frente al otro… como si recién se conocideran!!!!! Esto era inconcebible!!!!!!. Me temblaban las manos y no me animaba a servir el té. Le pedí a Nacho que lo hiciera por mí, con la excusa que había olvidado las cucharitas. Volví a la cocina y me quedé nuevamente……para espiarlos!!!!!!!

Y entonces sucedió lo inexplicable!!!!!! Nacho sirvió el té, primero a Betty, luego a él, y cuando iba a servir el mio…la tetera de porcelana china explotó con un sonido que pareciera salir desde sus entrañas!!!! De pronto todo se puso negro y la casa se llenó de un espeso humo. Salí corriendo por la puerta de la cocina que daba al jardín y sentí a lo lejos el ulular de la sirena de los bomberos.

PUENTE COLGANTE                                          AUTORA:   SARAH KLEIN

No tenía la menor idea de cómo había llegado allí, ni tampoco cuando ni porqué. Pero estaba seguro que deseaba irse lo antes posible. El lugar era oscuro e inhospitalario. Sentía la humedad del ambiente dentro de sus huesos. No se veían ventanas, sólo una puerta de rejas cerrada con un gran candado. Me sentía cansado y con pocas fuerzas. Que hora sería? Cuánto hacía que no comía? Quién me tenía prisionero? Miles de preguntas rondaban mi cabeza y no hallaba ninguna respuesta. Tras un largo rato escuché abrir la puerta de reja y una mano velluda dejo un plato de comida en el piso. En ese momento pensé que era lo más importante….comer.  Me sentía famélico, me sentía …perdido.

No sé cuánto tiempo pasó hasta que pude ponerme de pie. Me dolía el cuerpo cómo si una aplanadora me hubiera pasado por encima. Tenía que recobrar las fuerzas!!!! Tenía que buscar el modo de escapar ahi!!!! Pero cómo??? Con ese urso gigantesco que montaba guardia dia y noche??? Imposible!!!!! Por dios, tenía que haber alguna forma…. Tenía que encontrarla!!!

En realidad sentía un miedo pánico, fuertes temblores en todo el cuerpo me sacudían constantemente. Trataba de caminar un poco por el cuarto…eso me a distender las piernas, a relajarme, a pensar… Y de tanto pensar y cavilar, algo en mi cabeza iba tomando forma. Me subí sobre la cama y alcance a ver una pequeña rendija del tamaño de una cerradura. Sólo me permitía apoyar un ojo. Pestañé varias veces para centrar la imagen que continuamente se distorsionaba por el esfuerzo que hacía. Llegué a ver agua, como si fuera un río, más lejos un puente y hacia el horizonte mucha, muchísima vegetación. Imaginé que estaría en una isla, pero dónde? Desde cuando?  Porqué? En fin , mejor era preocuparme por huir de ahí lo antes posible!!!!

Imaginé mil situaciones para escapar de mi encierro. Morderle el brazo al carcelero, darle un pisotón en los dedos, abrir con fuerza la puerta cuando trajera la comida….pero en realidad, ninguna idea me parecía realmente buena. Un día, al traerme la comida, impulsivamente le devolví el plato, demostrándole que no me interesaba comer, que había llegado al hartazgo de esa situación y prefería morirme de hambre antes que continuar en esa desgraciada situación. Esto pareció sorprenderlo totalmente…de golpe abrió la puerta de par en par y pude ver toda su humanidad……Dios, era enorme!!!!! Más de lo que siempre imaginé…..Mis ojos se abrieron descomunalmente y mi boca ahogó un grito de terror…De pronto me di cuenta que se me acercaba demasiado y mi instinto de preservación fue más fuerte que mi estupor y cómo un bólido pasé por el medio de sus piernas. Empecé a correr en cualquier dirección, no sabía dónde ir, pero cualquier salida era mejor que permanecer allí. Me encontré con túneles y pasadizos. Mi cabeza no dejaba de pensar que necesitaba ver alguna rendija con luz del exterior….y busque la luz…. Y la encontré, y hacia ella corrí, corri y corri con todas mis fuerzas!!!!!!

Me senté a tomar aliento, sólo unos segundos, tenía que aclarar mis pensamientos, imaginar que ya estaba afuera, a salvo!!! No me animaba a mirar si el gigante estaba detrás de mí. El riesgo estaba latente….Había varias salidas, pero ninguna segura, Cuál elegir? Por un lado estaba el foso, no saía que profundidad tenia, ni que había en su fondo: también había una salida hacia una profusa vegetación que tampoco sabía si algún animal salvaje pudiera estar escondido. Y por último estaba el río, mejor dicho el puente colgante sobre el río, que estaba tan desvejenciado que no se sabría cuánto más podría resistir. Elegí la tercera opción…y como pude me colgué del puente. El sol estaba a pleno, calculé que era la hora del mediodía .Un fuerte viento  sacudía con fuerza al puente. Saqué fuerzas de donde no conocía y empecé a atravesarlo. Tenía que llegar al otro extremo a como de lugar!!!!!!

A la mitad del recorrido del puente, el viento aumentó su fuerza, lo que hizo tambalearlo hacia los costados como si fuera de papel. Me tomé lo más fuerte que pude de los barandales y caminé con la vista al frente. No quería mirar hacia abajo!!! El río me observaba con sus ojos húmedos como queriendo atraerme… y yo resistía y resistía. En ese instante un fuerte sacudón me paralizó. Miré hacia atrás y el gigante estaba justo por empezar a caminar sobre el puente!!!!! No, no debía permitírselo!!!!!! Como empujado por una mano invisible llegué hasta el otro extremo del puente. No tenía herramienta alguna para destruirlo y asi evitar que el gigante lo atravesara. Tenía que pensar rápido, sino me alcanzaría y estaría perdido!!!!!

De pronto escuché un sonido increíble y provenía cerca de mi. Me agaché lo más que pude y quedé en posición fetal. Y ahí lo ví, enorme como un rascacielos, un elefante pasó dando grandes pasos delante de mi escondite. Se abalanzó con fuerza con sus dos patas delanteras sobre el puente y lo desplomó en forma instantánea. El urso quedó dando manotazos desesperados en el aire hasta que su humanidad se perdió en el río. La corriente lo arrastró en breves segundos. Cuando lo vi desaparecer en el horizonte, me puse de pie, el elefante se inclinó con suavidad y me permitió subir a su lomo. Cuando el sol declinaba, llegamos a una aldea. Allí estaban alojados mi esposa y mis suegros. Todos me preguntaron porqué tarde tanto en buscar ramas para encender el fuego.

EL VELADOR                                                        AUTORA: SARAH KLEIN

Desperté empapada en sudor… temblaba como una hoja aunque era verano y el termómetro marcaba 30º grados. Una pesadilla me sacudió desde las entrañas, atiné en la oscuridad a encender el velador de mi mesita de luz pero… no encendió. Fastidiosa rumiando palabrotas inteligibles, me pregunté qué habría sucedido con la lamparita. Antes de acostarme estuve leyendo y funcionaba perfectamente. Y ahora qué?  Traté de calmarme y me levanté a oscuras tropezando con el borde de la cama, lo que me hizo repetir los improperios. Llegué a tientas a la cocina en busca de un vaso de agua fresca para tratar de calmarme. Estaba agitada tratando de analizar el porqué de esa pesadilla…..caía en picada por un desfiladero…. Sin saber si me habían empujado o simplemente resbalé torpemente pisando alguna piedra movediza…pero cómo había llegado hasta ese lugar?  De donde venía? Estaba escapando o simplemente era un ameno paseo o….diablos …cuantas preguntas sin respuestas….Era mejor ir a dormir nuevamente….Tenia que levantarme temprano y….No podía ser!!!!!!! Entré al dormitorio y el velador estaba encendido!!!!!  Pero cómo??? Seguro estaba la lamparita floja… lo mejor será ajustarla pensé. Cuando me dispuse a hacerlo…. Y sin que la tocara se apagó sola!!!!!!! No entendía nada… nada de nada. Estaba soñando o de verdad estaba pasando???? Me estaba volviendo loca con tantas preguntas y.. caramba … eran las 3 de la mañana y yo dando vueltas como calesita de plaza.

Decidí dejar todo como estaba. Me dormiría de cualquier manera, con la luz prendida o apagada. Ya me daba igual. Mañana me fijaría que hacer.

Me levanté como pude a la hora de costumbre, casi sin dormir, me duché y vestí como autómata. Salí como una tromba hacia la oficina. Necesitaba aturdirme con el trabajo para no pensar en la noche espantosa que pasé. Muchos autos, mucho movimiento en la calle de gente que iba en todas direcciones, bocinas, luces, bochinche infernal!!!!!!!  El trabajo no estuvo mejor que otros días. Compras, ventas, computadoras, teléfonos, saludos y abrazos a los compañeros, murmullos en los pasillos, almuerzo rápido, corridas en los bancos…lo mismo de siempre, sin cambios, sin novedades.

Llegué a casa al atardecer, cuando el sol declina su luz en el horizonte. Mientras entraba en el departamento pensaba en que haría de cenar y… no podía ser….había una luz encendida en la habitación… pero yo dejé todo apagado al salir esta mañana!!! Cómo era posible???  Fui directo a la habitación y vi el velador encendido!!!   Me acerqué con sigilo, intenté apagarlo y antes que mi mano pudiera tocar el botón… se apagó solo!!!!!!!!!  No, no, no podía ser!!!!!!! Traté de analizar con calma… Se encendía y apagaba solo sin que yo lo tocara…..como si tuviera vida propia…..pero eso es imposible…..es un objeto…no tiene vida propia……y entonces?????????

Me detuve a mirar la muñeca de porcelana que estaba al lado del botón. No podía ser……tenía los ojos cerrados!!!!!! Pero cómo… recuerdo  que cuando la compré, la miré y tenía los ojos abiertos!!!!!!....... Y ahora que lo pienso,  cuando compré el velador con la muñeca de porcelana, en la repisa donde estaba ubicada, había otro velador con un muñeco también de porcelana que parecía mirarla con un amor infinito, con un amor increíble!!!

Estoy delirando….esto no puede estar pasando!!!!!!!

Decidí desenchufarlo. Seguramente estaba descompuesto Tendría que llevarlo a arreglar. Estaría flojo el enchufe….Si seguramente era eso….Lo llevaría a arreglar y todo se solucionaría.

Al día siguiente era sábado, yo no trabajaba, asi que podría ocuparme de llevar a arreglar el velador. Había un electricista a pocas cuadras de casa que me había recomendado el portero. Le dejé el velador para que lo revisara y de ser posible lo pudiera arreglar con la máxima premura. No le expliqué lo que sucedía en realidad. Me creería loca……Era mejor que él sacara sus propias conclusiones. Seguramente no sería nada complicado. Seguramente eran todas imaginaciones mías. Estaba muy cansada por el trabajo, la casa, la…… la verdad no tenía la menor idea de lo que estaba sucediendo.

Me llamó a los pocos días diciéndome que el velador no tenia arreglo. No entendía nada…que podría haber sucedido??? En cuanto pude fui al negocio del electricista. Seguramente debía haber una explicación, lógica claro.

Al llegar me miró como diciendo “Hice todo lo posible y también lo imposible, pero no pude arreglarlo” Me acerqué al velador y lo miré con detenimiento…La muñeca tenía los ojos abiertos nuevamente!!!!!!!! No, no podía ser, yo estaba alucinando!!!! La miré otra vez y no podía creer lo que estaba viendo!!!!! Miré aterrada al electricista. Él asintió con la cabeza como aseverando lo que estaba ocurriendo. La muñeca de porcelana tenía los ojos abiertos y pequeñas lágrimas rodaban por sus mejillas!!!

CAMBIO DE MALETAS                                 AUTORA:  SARAH KLEIN

Venía planeando este viaje desde hacía ya mucho tiempo. Había reservado el pasaje de ida, dejando el de vuelta abierto por sí deseaba quedarme más de lo programado; el pasaporte estaba en regla y el tour organizado para ocupar casi todos los días en una visita distinta, y el tiempo    libre para disponerlo a mi antojo.

La temporada veraniega en Brasil sonaba como una aventura excitante, llena de misterios y sorpresas. Había ahorrado dinero para estas vacaciones hacía mucho y deseaba fervientemente que todo resultara perfecto, pero a la vez sentía interiormente un temor incierto ante la perspectiva de estar en un país extraño con gente desconocida, con otra lengua y otras costumbres.

Tampoco conocía a mis acompañantes de viaje, ni sus actividades, ni sus nombres. En fin, todo iba a ser una significativa y deslumbrante sorpresa.

Y así sucedió realmente. El avión partió un viernes a la medianoche con rumbo a las playas brasileras. Volando en una noche espléndida y con viento en calma. A las pocas horas aterrizamos en Florianópolis y nos trasladaron en micro hasta el hotel.

Al llegar nos agrupamos en la recepción a la espera de la distribución de las maletas y entrega de las llaves de nuestras habitaciones. Como era principio de temporada el hotel estaba casi completo y tuvimos que aguardar casi una hora.

Mientras esperaba hice amistades con varias mujeres del grupo, a la vez que nos convidaron con jugos de frutas exóticas. En realidad fue un recibimiento muy acogedor y refrescante. Luego nos llamaron por nuestros nombres y nos hicieron entrega de las llaves y maletas, anunciándonos que al cabo de dos horas, se serviría el almuerzo en el salón comedor y luego podríamos, o bien darnos un chapuzón en la pileta del hotel o ir a la playa para disfrutar del espléndido día de sol.

Decidí que lo primero sería descansar al menos una hora, ya que no había podido dormir casi nada en el viaje. Subí a mi habitación, dejé a un costado la maleta, pensando que más tarde la acomodaría, y me lancé a la cama que me atraía como un imán. Dormí plácidamente más de lo que había previsto, pensé darme una ducha refrescante para sacudirme el resto de fatiga y modorra que aún me quedaba, y bajar a almorzar con ropa más liviana. Abrí la maleta y…”no puede ser cierto” pensé, “esto es una pesadilla”.

Esa no era mi maleta!!! Estaba llena hasta el tope con ropa masculina!!!. Donde estaba mi maleta, mi ropa nueva, comprada a propósito para ese viaje?

En un principio casi me vuelvo loca de desesperación; pensé que podía haberse extraviado, o alguien podría habérsela robado. Me senté de golpe en la cama y traté de pensar más lucidamente dentro de mi angustia. Llegué a la conclusión de que podría existir la probabilidad de un cambio involuntario de maletas.

Me quedé observándola sin tener noción del tiempo. De pronto descubrí unas iniciales en el extremo derecho de la maleta “AR”. Obviamente el dueño de esa maleta debía estar en la misma extraña situación que yo abriendo una que no era la suya y encontrando prendas íntimas femeninas dentro de ella. Me ruboricé de sólo pensarlo. Qué situación embarazosa, casi ridícula…o tal vez risueña.

Pero lo importante y urgente era encontrarlo, y devolvérsela para recuperar la mía. Pero cómo? No conocía a nadie, ni sus nombres siquiera. Se me ocurrió preguntarle al conserje del hotel para que averiguara a través de las iniciales el nombre completo de ese desconocido. Buscó en el libro de recepción. Resultó ser que tres hombres tenían esas iniciales. Le pregunté el número de las habitaciones. Yo misma haría la pesquisa. Cuando fui a verlos, ninguno de ellos estaba en su habitación. Me senté en el hall de hotel tratando de tranquilizarme, cuando un valet vino a anunciarme que tenía una llamada telefónica en la cabina. Inquieta fui a atender pensando que nadie tenía el número del hotel. Quién sería?

Grande fue mi sorpresa al escuchar “Hablo con Susana Fuentes?” “Si”, le dije, “Soy Alberto Roldán, me enteré por el conserje que hubo un involuntario cambio de maletas; podemos hacer el intercambio de inmediato y olvidar este fastidioso incidente almorzando juntos” Acepté gustosa y desde entonces no volvimos a separarnos.

EL LAPIZ DE GRAFITO                                       AUTORA:   SARAH KLEIN

Día 1

Tengo un deseo irrefrenable por escribir. Las ideas surgen como el caudal de un río, sin saber a dónde me llevarán…..una novela, un cuento, un poema tal vez. El lápiz de grafito está ansioso por dejar su huella en las hojas que se muestran inmaculadamente blancas….pero, caramba, nada surge de mis pensamientos….estoy como trabada, mi mente se ha quedado…en blanco, como el papel. Ahora que lo pienso más detenidamente, mi vida toda está en blanco, como si no tuviera pasado, como si recién hubiera nacido…..Creo que mejor será que me vaya a dormir. Entre el arduo trabajo y el consecuente stress, estoy muy cansada. Mañana podré pensar con mayor claridad. Seguro que sí, claro que si….eso espero.

Día 2

Por fin sábado!!!...hoy no tengo que ir a trabajar!!! Sólo descansar, pasear, un poco de orden y limpieza, compras, peluquería y… tendré tiempo para todo lo que necesito!!! Por la tarde alguna película en el cine, un cafecito en el barcito de enfrente, leer el diario o empezar un libro o tal vez surja la imaginación para escribir algo….en fin veremos. No debo presionar a la mente….dejaré fluir los pensamientos con total libertad, que vuelen con las alas del alma y asi podré volcarlos en el papel…..Son las 23 hs y todavía ni una sola palabra ha decidido escapar de mi cerebro. Estará anestesiado o se ha tomado un prolongado descanso? En fin, tendré que seguir esperando que decida despertarse y comience a funcionar nuevamente.

 

Día 3

Son las 10 de la mañana!! Qué manera de dormir!!! Bueno en definitiva es domingo y no tengo ningún apuro. Me siento relajada, tranquila, desperezada y con mucho apetito. Un buen desayuno es el mejor inicio para un día de placentera escritura… asi que un rico café con leche, tostadas con queso blanco y un fresco jugo de naranja para arrancar con todo!!!!! Ahora si, estoy más lista y bien dispuesta para empezar a escribir….Tomamos una hoja , el lápiz de grafito y a poner manos a la obra…..Voy a escribir sobre lo primero que se me ocurra……a ver, a ver……ah!!!  ya se … AMOR…Pero que sé yo del amor??? En realidad nada, si nunca me han querido, ni tampoco yo lo hecho. Qué puedo escribir entonces?????

Día 4

Pero caramba!!! Me quedé dormida sobre el papel…..Son las 4 de la mañana y en un rato ya me tengo que levantar para ir a trabajar. Qué fastidio!!!! Dormí muy mal y realmente pocas horas y…Pero que es esto???? Hay varias hojas escritas sobre el escritorio…..Yo no recuerdo haber escrito nada de nada…y entonces cómo es posible que aparezca esto???

Después de un tiempo
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma
y uno aprende que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad
y uno empieza a aprender…

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas
y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos
y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes…
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y uno aprende que realmente puede aguantar
que uno realmente es fuerte
que uno realmente vale
y uno aprende y aprende…
y con cada día uno aprende.

Con el tiempo comprendes
que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos
sin pretender cambiarte,
puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace
pero perdonar es sólo de almas grandes.

Con el tiempo te das cuenta
de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad
lo mejor no era el futuro
sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante

Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo… 

Y entonces me di cuenta que el lápiz me guiñaba su ojo de grafito.

EL PROBADOR                                          AUTORA : SARAH KLEIN

No es fácil de explicar. Tal vez pueda resultar tremendamente increíble, o mejor, alocadamente insólito. Pero sucedió. En esta ciudad de Buenos Aires, a veces ridícula, a veces insospechada, suceden cosas extrañas. Importa el tiempo y el espacio? En este caso si, porque todo condiciona todo

Fue hace unos meses atrás, cuando una amiga me pidió que la acompañara a hacer unas compras para su ajuar. Pensé…parece que fue ayer que Mercedes y yo íbamos juntas a la secundaria y ahora está por cambiar el estado civil y todo lo que eso trae como consecuencia y…Pero volvamos al tema en cuestión.

Nos encontramos una mañana de junio, salimos a caminar por el centro, mirando vidrieras, recorriendo negocios, cotejando precios. De pronto nos sorprendió una llovizna intermitente y nos refugiamos en una confitería para escapar de la mojadura y del frío que helaba hasta las palabras.

La calidez del lugar nos abrigó casi de inmediato y provocó una amena conversación llena de recuerdos, anécdotas y proyectos, innumerables y avasallantes que me llenaron de alegría.

Después de varios cafés y buenas nuevas, cuando la lluvia amainó, aunque el frío continuaba haciéndose sentir hasta los huesos, decidimos continuar nuestra recorrida por las boutiques.

Nos detuvimos frente a una vidriera muy pintoresca por la decoración y adornada con flores que daban la impresión de ser naturales. Lucían con esplendor prendas de ropa íntima de telas vaporosas y suaves colores pastel.

Decidimos entrar con el propósito de curiosear y averiguar precios. El local era amplio, bien iluminado, cubierto de una mullida alfombra y sobre todo bien calefaccionado. En realidad no daban ganas de salir al frío de la calle, era preferible, aunque no compráramos nada, quedarse a contemplar los maniquíes vestidos con conjuntos de satén o raso, los elegantísimos deshabilles de noche, brillantes y atractivos.

Mercedes se animó a preguntar algunos precios. No eran mucho más caros que en otras boutiques. Decidió probarse algunos conjuntos de ropa interior. Una ola de envidia me invadió en esos momentos, lo confieso, pero fue sin maldad y pensé…lástima que yo no tengo con quién lucirlo… Pero en fin, ya me tocará a mí, tal vez antes de lo que me imagine.

Mercedes quería probárselos todos. Mientras ella lo hacía, yo seguí recorriendo y admirando los innumerables y atrayentes modelos. En mi recorrida me estaba acercando al probador, cuando de pronto escuché tras de mí como en un susurro “que fuerte que está”. Me di vuelta de golpe y casi me desmayo de la indignación.  No lo podía creer. Mis ojos lo veían y mi boca no podía emitir ningún sonido. Mi pulso se aceleraba hasta casi el estallido y quería gritar enloquecida.

El probador era transparente!!!! y podía apreciarse sin omitir detalle alguno, las formas de mi amiga probándose la ropa interior. Obviamente ella no se percató de nada de lo que estaba sucediendo, y yo no sabía qué hacer primero; si avisarle o sacarla a empujones de ese antro de perversión ocular.

Resolví avisarle en forma discreta, tratando de disimular mi estupor. Evité que se desmayara, explicándole que se trataba sólo de una broma de mal gusto. La ayudé a vestirse como pude para salir de ese lugar.

Ya vestida y ruborizada como una colegiala, me tomó del brazo y me empujó hacia una puerta donde se leía un letrero de Gerencia. Entró como tromba y se abalanzó sobre un señor regordete y calvo, y le dio una bofetada, dejándole los cinco dedos marcados en su cachete izquierdo,  gritándole al mismo tiempo que yo trataba de sacarla a los empujones de esa oficina.

“Lo demandaré por daños y perjuicios a la moral, a las buenas costumbres, y perversión sexual y…se largó a llorar a mares. Traté de serenarla con una taza de café negro, hablándole que debía olvidarse y pensar en el ajuar, la casa nueva, el futuro marido y…No se merecía ni ella ni nadie semejante atropello. No era justo, era repugnante. Porqué suceden estas cosas? Nos dejamos llevar por nuestros impulsos de embellecernos y agradar a los demás y nos desvalorizan como objetos sexuales?

Quien sabe…Sólo sé que estas cosas ocurren lamentablemente y nos dejan amargas experiencias. Lo importante es superarlas y revalorizarnos.

LA CANCION                                                                     AUTORA: Sarah Klein

Temprano en la mañana encendió la radio. Sonaba una dulce canción…  Recordaba haber escuchado esa canción….pero dónde?

Ultimamente su mente la traicionaba con pequeños detalles…un nombre, un perfume…y ahora una canción.

Tampoco recordaba el nombre del tema musical…pero le sonaba…y cómo.!!!!!!!!

Sacudió la cabeza como tratando de sacarse la música de sus pensamientos. Se vistió con prisa, casi sin elegir demasiado la ropa. Al salir se dio cuenta que los colores no combinaban…esbozó una sonrisa pensando que casi parecía ridícula…pero no le importó.

Llegó casi sobre la hora al consultorio. Prendió las luces, se puso el delantal con rapidez para cubrir los colores chillones de su blusa.

Encendió la computadora y la radio para sentirse acompañada…y ahí estaba otra vez…la misma canción. Se quedó estática pensando de donde la recordaba; tal vez si decían el nombre podría ser más sencillo. No tuvo suerte. Casi enseguida llegó la doctora y se dedicó de lleno a su trabajo.

Salió pasada las 20.00 hs. del consultorio. Sin darse cuenta caminaba tarareando la canción sin nombre. Casi al llegar a la parada del colectivo, unos parlantes gigantes la hacían sonar a todo volumen. Giró abruptamente y entró al local de donde provenía la música. Quedó desconcertada!!! No era una disquería…era un local de ropa masculina!!!

Sintió que la vergüenza se apoderaba de sus mejillas, enrojeciéndolas. No podía emitir palabra. Un empleado se le acercó solícito para ayudarla en su vacilación. Lo miró sin verlo directo a los ojos. No se atrevía a preguntar por la canción. En realidad no se atrevía a decir nada. Agitó las manos como pidiendo disculpas y salió raudamente… sin mirar….y tropezó con una baldosa floja cayendo de bruces, golpeando la frente contra el pavimento.

Sintió que unos brazos la levantaban y ayudaban con mucha suavidad a recostarse en un sillón. Escuchaba como en un sueño varias voces murmurando. Quería abrir los ojos para ver dónde y con quien estaba…pero sentía los párpados pesados y la cabeza dolorida.

Una voz en su oído le preguntaba cómo se sentía. Todo su cuerpo se negaba a moverse y menos aún a responder.

Sintió una bolsa con hielo sobre su frente donde empezaba a asomar un prominente chichón. Con mucha dificultad y lentitud logró abrir los ojos. Su vista estaba nublada por el tremendo golpe.

De a poco empezó a enfocar y percibir con mayor nitidez el lugar donde estaba. La misma voz le ofreció un vaso de agua…y ahí lo vio con claridad. Era el empleado del local de ropa masculina. Vio en su cara dibujarse una sonrisa…encantadora.

Y nuevamente sonaba la canción…pero ya no importaba el nombre ni de donde la recordaba. Ya no la escuchaba…sólo sonreía.

SALA DE ESPERA                                                                          AUTORA: Sarah Klein

Llegó temprano. Tenía dos personas delante de ella esperando. Miró el reloj de la pared del consultorio…marcaba las 08.30 hs. Tenia turno a las  09.15…         realmente llegó temprano.

Las revistas eran sobre automóviles, transacciones financieras, artículos sobre el campo….nada de su interés. No había música ambiental para entretenerse. Tampoco los que esperaban tenían ganas de charlar…..

La secretaria llamó al primer paciente; ahora quedamos dos en la sala de espera. Sólo pasaron diez minutos……..cuando se está esperando el tiempo parece eterno, y si además no hay con que entretenerse, es mucho peor!!!!

Miró por la ventana, el cielo seguía encapotado, la lluvia no quería parar, caía torrencialmente, sólo eso se escuchaba…….

La secretaria llamó al otro paciente. Ahora la sala de espera quedó desierta. Todo estaba en silencio, hasta la lluvia se hizo imperceptible…era inquietante, sombrío.

El tiempo pareció detenerse. Un rayo refulgente cruzó el cielo y luego el trueno retumbó entre las nubes. El estruendo vibró como el tañir de una campana en una plaza vacía.

Miró a su alrededor…no vio a nadie. La secretaria no estaba en su escritorio. La puerta del consultorio estaba entreabierta. Se asomó……ni el médico ni los pacientes….nadie!!!!!!!!!!!!

Dónde se habían ido todos????? O metido??? No podrían haberse esfumado! Debía buscarlos…debía encontrarlos! 

Se asomó por la ventana…..seguía diluviando intensamente. No podían haber salido por la puerta….tenían que para delante suyo y….no, no pasaron.

Miró hacia un costado y vio un pasillo  largo….Empezó a caminar. Parecia no terminar nunca. Recorrió fácilmente….no, no tuvo conciencia de su longitud…tampoco importaba. Llegó a una puerta. Estaba cerrada. Golpeó con suavidad….nadie respondió Intentó abrirla….se abrió sin problema. Vio una escalera que descendía…parecía un sótano. Su corazón empezó a latir con fuerza y le ordenaba no bajar. Pero su curiosidad pudo más….y bajó. No encontró llave de luz….decidió dejar la puerta abierta para poder ver. Tdo estaba oscuro…..en realidad muy oscuro. El olor a humedad era fuerte y penetrante. No creía que allí habría alguien. No era posible permanecer en ese lugar oscuro y nauseabundo…… 

Un grito la sacudió  Trató de distinguir de donde provenía. Subió las escaleras lo más rápido que pudo y cerró la puerta del sótano al salir. Se quedó parada frente al largo pasillo. Sólo sentía su respiración…sus sienes latían aceleradamente. Trataba de mantener la calma. Sólo quería llegar hasta la puerta y salir a la calle lo más rápido posible…..aunque lloviera a cántaros!!! Quería salir de allí como fuera……….

Otra vez el grito la detuvo en seco. Pero no podía distinguir de donde provenía Era como si todo el consultorio gritara, y como si todos los gritos de los pacientes estallaran al unísono pidiendo auxilio…..y quisieran enloquecerla… .. y lo consiguieron.

LA CONFERENCIA                                                            AUTORA: Sarah Klein

Planificó el viaje hasta el más mínimo detalle. Faltaban pocos días y la ansiedad aumentaba gradualmente.

Era su última presentación, su conferencia magistral….la tan esperada!!!!!

El día de partida llegó más rápido de lo imaginado. La valija preparada, su maletín con el discurso corregido por enésima vez, y después…el merecido descanso. Cuánto hacia que no tomaba vacaciones? Tanto que no recordaba.

El taxi vino puntual a buscarla. Llegó muy temprano al aeropuerto. Le gustaba asi. Prefería llegar con tiempo suficiente para despachar la valija, tomarse un café, relajarse, bajar la ansiedad……

El avión despegó en horario y el vuelo fue muy tranquilo, hasta pudo dormir unas horas y saborear un apetitoso almuerzo. La esperaban al arribar el avión y la llevaron al hotel.

La conferencia se realizaba a las 19.00 hs, asi que tenia tiempo suficiente para dar un paseo por la ciudad. París lucía bellísima. La recordaba íntegramente desde su última visita tres años atrás. Sus calles coloridas, sus bares bulliciosos, su gente siempre cálida….

La música parisina embelesaba sus oídos, trayéndole recuerdos con un toque de dulce melancolía. Se detuvo más de una vez a escuchar a los pianistas desde la ventana de un bar, o algún guitarrista callejero en la plaza.

Era mediados de diciembre. Las fiestas estaban próximas y la gente corría por las calles buscando regalos para la navidad. Los negocios estaban iluminados con luces de colores brillantes y adornados con incontables guirnaldas. Un Papa Noel agitaba sus campanitas para atraer al público. Todo lucía en esplendor!!!

El tiempo pasó muy rápido. Cuando quiso darse cuenta faltaba apenas una hora para la conferencia.

Emprendió el camino de regreso. Comenzaba a refrescar y no había traido un abrigo. Empezó a sentir el fresco. Refulgian las primeras estrellas y se encendieron los faroles en las calles.

Iba a paso rápido para acortar las distancias y disminuir el frio del anochecer, cuando al llegar a una esquina sorpresivamente…todo quedó a oscuras. Se detuvo en seco y miró a su alrededor. La ciudad luz quedó totalmente a oscuras!!!! Pensó por unos instantes que sólo duraría unos segundos.

Instintivamente apoyó su espalda contra la pared como para sentirse protegida…aunque más no sea por una pared. No se veía absolutamente nada. Tampoco tenia conciencia de donde estaba con exactitud. Ni la distancia que la separaba del hotel El bullicio de la gente cesó por completo. Como si estuviera completamente sola. No podía preguntar a nadie…..nadie estaba cerca!!!!

Sintió un nudo en el estómago. Se auto convencía que era algo momentáneo, que en breve la luz volvería a la ciudad, que ella regresaría al hotel, que daría su conferencia magistral, tal cual la había planeado, que después tomaría sus tan ansiadas y merecidas vacaciones, que….qué diablos estaba pasando?????

Ese fue su pensamiento posterior….ese fue su último pensamiento.

Al día siguiente la encontraron. Tenía la mirada ausente y la ropa desaliñada, Estaba sentada en la vereda, con la espalda apoyada sobre la pared del hotel donde se había hospedado

EL TABLON                                                                       AUTORA: Sarah Klein

 

Todos los ahorros puestos en una sola ilusión!!!  Cuánto hacia que anhelaba hacerla realidad… cuántos sacrificios… cuántas noches de desvelo pensando cómo hacerlo.!!!!

Muchos amigos que le pusieron el hombro para ayudarlo, muchas horas de trabajo…y al fin lo había logrado. Ya tenia su casa propia!!!

Ahora podía pensar en un futuro…casarse con su gran amor…. Y luego vendrían los hijos y… pero primero lo primero.

La casa necesitaba arreglos, pintura, cambiar parte de los pisos, las alacenas en la cocina… en fin, eso llevaría tiempo y dinero. Habría que ir despacio, con calma. Pensar con cuidado y en detalle. Tendría que analizar detenidamente en cada cambio y cada arreglo y… por dónde empezar?

Luego de dos meses de realizar estudios y mediciones, decidió comenzar por los pisos. Había que reemplazar varios tablones de madera del comedor y el dormitorio. El tiempo y las termitas los había carcomido sin piedad.

De pronto en un descuido, pisó un tablón flojo y trastabilló. El tablón se partió en varios pedazos que saltaron por el aire. Quedó tumbado en el piso mirando el agujero. Asombrado se dio cuenta que faltaba el contrapiso. Era un hueco angosto, pero parecía profundo.

Se asomó con precaución temiendo que saliera algún roedor. Se detuvo en seco, lo pensó mejor y fue a buscar una linterna para no llevarse alguna sorpresa desagradable. El haz de luz iluminaba bastante pero no distinguía absolutamente nada. Todo se veía negro. El olor a humedad era penetrante. Su curiosidad aumentaba. Decidió buscar una pala para medir la profundidad.

Consultó el reloj casi por instinto. Eran las 2 de la mañana. Cómo fue que el tiempo pasó tan rápido? Prefirió ir a descansar. Necesitaba dormir. A la luz del dia todo se veria mejor. Un baño caliente lo relajó. Pensó en todo lo que sucedió ese dia, en todo lo que había hecho y en todo lo que había que hacer todavía. Sus pensamientos duraron sólo algunos instantes. El sueño lo atrapó casi de inmediato. Estaba exhausto.

Afuera caía una ligera llovizna que golpeteaba los vidrios de las ventanas. Esa noche no había luna y los nubarrones oscuros  se fusionaban sobre el tejado. El viento silbaba entre las ramas de los árboles, sacudiéndoles tenazmente. La tormenta crecía. Los truenos comenzaron a mostrar su furia haciendo vibrar hasta las paredes…

No sintió el apretado abrazo, ni el olor hediondo que surgía desde los cimientos. No tuvo tiempo a reacción alguna. La enredadera venenosa salió de su escondite y tomó posesión de todo a su alrededor, envolviendo y aprisionando.

Puertas y ventanas quedaron selladas por dentro y por fuera. La casa tenia una nueva dueña y era infranqueable.

EL FOTOGRAFO                                                   AUTORA: Sarah Klein

Comenzaba a lloviznar. Era un marzo primaveral, pero sólo en el almanaque. En las calles de Madrid la realidad era bastante fría y gris.

Debía cruzar la Plaza Mayor para ir al trabajo. Era fotógrafo del diario local. Hacía varios años que trabajaba para el periódico EL PAIS. El dueño, Don Joaquín Benitez, le tenía mucho cariño, lo apreciaba como a un hijo. Siempre le encargaba las tareas de mayor prestigio y menor riesgo. Desfile de modas, casamientos de famosos, eventos deportivos, entrega de premios.

Si, Juan Velasco, “el velasquito”, como solián llamarlo sus compañeros, tenía las mejores oportunidades en el periódico. Y eso resultaba ser, a veces, muy envidiable….sobre todo por aquellos de mayor experiencia o antigüedad en el trabajo.

Al llegar al periódico lo esperaba una tarea de gran relevancia. Debía cubrir un evento social. El evento del año como todos lo llamaban. Se trataba del casamiento del famoso jugador de fútbol del Club Atlético de Madrid, Rafael Muñoz.

Juan estaba doblemente emocionado; por un lado era hincha del Club Atlético, y además, amigo personal del jugador. Si bien hacía 3 años que no se veían, conocía su amplia trayectoria en el fútbol…pero nada de su vida íntima. En ese sentido siempre fue muy reservado.

En la redacción le informaron los detalles del evento. En realidad lo más importante, día hora y lugar. Lo demás corría por su cuenta.

Al dia siguiente, un par de horas antes del casamiento, le avisaron que su compañero, el mobilero, se enfermó. Lo reemplazaría Luis Aguilar, un muchacho joven y con poca experiencia. Juan comenzó a inquietarse, no le agradaban los cambios de último momento….pero no tenía alternativa.

Se reunió con Luis en la puerta de la iglesia una hora antes de la ceremonia. Ultimaron detalles para hacer las notas a los novios y familiares, sacar las fotos en el patio de la iglesia y en el atrio…. Y la hora se pasó volando!!!!

De pronto, Juan se percató que el auto con el novio estaba llegando, y se acercó para tomarle algunas fotos. Rafael, al darse cuenta que era su amigo Juan, se le aproximó y abrazó efusivamente, agradeciéndole estar ahí para cubrir el evento. Juan, emocionado, lo saludó y felicitó con mucho cariño. Luis se acercó a Rafael y comenzó a hacerle un pequeño reportaje. Luego Rafael entró a la iglesia para acomodarse en el atrio.

Al cabo de un rato, llegó un auto blanco con vidrios polarizados. Luis y Juan se acercaron presurosos y seguros que allí venia la novia. Bajó del auto con su inmaculado vestido blanco, bordado con delicadas perlas. Poco maquillaje, pero muy sonriente. Miró a todos agradeciendo con mucha calidez….

Es perfecta!!!! Le susurró Luis en el oído a su compañero.  Juan no podía creer lo que veían sus ojos….se quedó petrificado, como clavado al piso, sin poder emitir ningún sonido, mirando sin ver.

En un descuido disparó la cámara fotográfica y el flash lo encegueció….luego se desplomó cuan largo era sobre el pavimento. Pronto todo fue ruido y confusión….Luis se abalanzó sobre él tratando de hacerlo reaccionar, pero… no se movía.

Una ambulancia llegó en pocos minutos y lo llevó a la clínica más cercana. El diagnóstico fue ataque a las coronarias…

El shock había sido muy fuerte….Rafael se estaba casando con su novia.

ACORRALADO                                                                   AUTORA: Sarah Klein

Despertó sudoroso y temblando  No sabía bien donde se encontraba. Miró a su alrededor….era su habitación, pero no la reconoció. Algo había cambiado....pero que?  En realidad no se daba cuenta….aún. Le dolía la cabeza, como si una tropilla de caballos le latiera en las sienes. Tanto había bebido la noche anterior?  No lo recordaba. Se quedó tendido un tiempo más en la cama…tenía que aclarar las ideas, tratar de de hacer memoria paso a paso…lentamente.

Se levantó despacio, le pesaba el cuerpo como 1000 kg y con la cabeza a punto de estallar. Recalentó el café del dia anterior y probó unos sorbos. Lo tiró en el lavabo, sabía rancio. Buscó leche en la heladera y cuando fue a servirla vio que estaba vencida. Diablos!!! pensó.  Tenía que desayunar algo…su cuerpo entero se lo estaba reclamando casi a gritos.

Decidió vestirse y salir a buscar algo para comer. Buscó sus llaves y su billetera Donde estaba su billetera? Siempre colocaba ambas cosas juntas…para evitar perderlas…para no tener que buscarlas…pero…sólo estaban sus llaves.

Se sentó en la cama. Tenía que recordar que había pasado la noche anterior para saber cómo había llegado a este momento y de esta manera.

Había ido a tomar unos tragos con Luis y Juancho, sus amigos de siempre…luego se sumaron el Flaco, Carlín y Manu, los hermanos de Lili….Lili no vino, que lástima, estaba muy resfriada, él hubiera querido que viniera igual, la apreciaba tanto…no…en realidad estaba enamorado de Lili…locamente enamorado de Lili…pero ella no lo sabía…aún.

Salieron a festejar… Juancho se había recibido de arquitecto después de 6 largos años de estudio y todo era válido. No había excusas ni límites que los frenara, había que festejar a lo grande. Y lo hicieron a lo grande!!! …..Barra de tragos, bailarinas, mesa de pócker….Ël ni sabía jugar al pocker, pero insistieron y probó y aprendió a los ponchazos y….

No le fue muy bien….creo que …perdió ….perdió todo lo que tenía …y no recuerda ni cómo llegó a casa y….le faltan cosas en casa, le falta mi billetera!!!

Timbre???  Quien pude tocar timbre a las….tampoco tiene su reloj!!! No sabe quien será pero tampoco quiere averiguarlo.

Raudamente bajó los 5 pisos por las escaleras. Al llegar a la planta baja, vio tres grandes figuras que se traslucían por el vidrio de la puerta de calle. Se quedó petrificado…Se ocultó en el rellano de la escalera para evitar que lo vieran a través del vidrio….Quienes eran??? Que buscaban??? Seguramente a él… pero Porque???

El corazón parecía salirse por la boca….Que podía hacer???  No tenía escapatoria. Buscarían por todos lados hasta encontrarlo. Quería pensar pero le dolía mucho la cabeza…pensó en sus amigos, en Lili, la querida Lili…los festejos… los tragos…el juego…le explotaba la cabeza…

De pronto recordó algo y supo que hacer….Subió nuevamente las escaleras, como pudo, a los tumbos, pero con las ideas más claras…. Llegó hasta la terraza, miró a su alrededor como buscando una salida…Debía haber alguna!!!!!!

Y la encontró… su terraza se comunicaba con la terraza de Lili… y ella estaba allí, colgando la ropa… podía oler su fragancia desde su terraza!!! Podía calcular la distancia, medir la velocidad del viento y pegar un gran salto para caer en la terraza de Lili… Sólo unos metros y breves segundos lo separaban de ella!!!   Podía hacerlo….tenía que hacerlo….no había alternativas…..

Escuchó pasos acelerados subiendo las escaleras…venían por él…no había vuelta atrás. Debía saltar…podía hacerlo… tenía que hacerlo!!!!!

Fue hasta el fondo de su terraza, tomó envión y corrió con todas sus fuerzas….y saltó agitando sus piernas y brazos como si fuera un pulpo….trató de asirse de algo o de alguien……y el gran vacío lo atrapó.

REFLEJOS                                                             AUTORA:   Sarah Klein

Sus amigos se lo habían advertido. No era una tarea rápida y mucho menos sencilla. Exigía tiempo, paciencia y sacrificio. Sobre todo sacrificio.

Ya otros habían tenido la misma idea y no tuvieron suerte. Mejor dicho, ni siquiera habían podido llegar al lugar. Habían muerto intentándolo. Algunos por falta de agua y víveres, otros por cansancio, muchos se habían perdido en el desierto…los pocos que regresaron, sufrían de alucinaciones permanentes.

Pedro Morán estaba empecinado en hacerlo. Era un hombre de gran contextura, 1.90 m de altura y 120 kg de peso. Piel trigueña y ojos renegridos. Siempre parecía estar de mal humor. Hablaba entre dientes renegando de su vida oscura y tenebrosa. No le temía a nada….ni a las sombras ni a los malos augurios.

Tenía que probarle a todos de lo que era capaz. Tenía que encontrar esa joya y hacerla suya. Pagaría sus deudas de juego, compraría una casa, cabezas de ganado. Si….su vida cambiaría….si, su vida dependía de esa joya.

Se llamaba Diamante Marquise, pero le decían Lágrima de Sangre, por las vidas que había costado. Decían que estaba enterrado en las cuevas de Naica , en Méjico.

Pedro buscó mapas de la zona. Revisó si existían aldeas cercanas. Averiguó por el clima, la vegetación y la fauna del lugar. Preparó su larga-vista, su linterna y sus armas, machetes, rifles, pistolas de balas y de luces de bengala. Compró provisiones para varios días, víveres y cantimploras con agua Una botella de whisky…infaltable.

El domingo por la tarde descansó en el granero. El aire era más fresco que en su pequeña habitación. Al atardecer se preparó y alistó su caballo. Prefirió salir con la fresca de la noche. Ël y su caballo se cansarían menos.

Cabalgó varias horas con la luna de testigo y las estrellas guiándolo. Cerca del amanecer tomó un pequeño descanso y repasó la lectura del mapa para cerciorarse de estar en el rumbo correcto y localizar las coordenadas de las cuevas. Había calculado que llegaría en tres días, sólo cabalgando de noche…pero Pedro tenía prisa, mucha prisa..

Reanudó el viaje después del mediodía, antes que el sol comenzara a descender. Cuando la noche se avecinaba, el caballo empezó a mostrar signos de cansancio…sin embargo Pedro decidió continuar…no quería perder tiempo….el tiempo era muy precioso y había que … El caballo se plantó en seco y se negó a seguir….estaba exhausto. El amanecer del segundo dia ya se vislumbraba y Pedro se vio obligado a detener su marcha.

Pedro descansó bajo la sombra de un árbol, comió algunos víveres y tomó unos tragos de whisky. No podía ser de otra manera. El agua era para emergencias

Al dia siguiente llegaría al lugar marcado con una cruz en el mapa. Por la tarde estaría allí. Faltaba menos …su ansiedad le apuraba el paso, le marcaba el ritmo. Decidió seguir el viaje…pero su caballo ya había desistido. Se quedó mirándolo como si no pudiera entender…como si no quisiera entender….

Y ahora qué?  Debía seguir a pie…tardaría más de lo pensado, de lo calculado, de lo….diablos…eso no lo había previsto…Pero era su realidad…su innegable realidad. Tenía que asumirla. No tenía alternativa.

Cargó sus provisiones y sus armas. El mapa en el bolsillo y su mirada en el horizonte. Prosiguió el viaje solo….completamente solo en la noche y en el desierto.

Después de tres días de caminar mucho y descansar poco, al fin llegó a las cuevas. Tomó su larga-vista y observó desde lejos la entrada. Dos tigres la custodiaban. Lucían hambrientos. Pero no iban a detener a Pedro. Buscó entre sus víveres y encontró charqui en sus alforjas -carne seca y salada- Arrojó primero una de ellas lejos del tigre para que la olfateara. Un tigre alzó su cabeza y salió a la carrera a buscar su presa. Luego hizo lo mismo con otro pedazo y el segundo tigre también buscó su alimento. Con la entrada libre, Pedro se metió en la cueva.

Estaba oscuro, muy oscuro. Sacó su linterna de las alforjas e iluminó la cueva Revisó su mapa para ubicar el lugar exacto donde estaba enterrado el diamante. Recorrió la distancia que indicaba el mapa…y encontró el lugar…y desenterró el diamante y sus reflejos lo cegaron por un momento. No lo podía creer….lo tenía en mano…lo apretaba fuertemente en su mano. Por primera vez, una gran sonrisa se dibujó en su rostro…

Unos gruñidos a sus espaldas lo sobresaltaron. Giró en seco y los vio….ambos tigres estaban sellando la salida. Tomó su rifle y apuntó. No tuvo tiempo de realizar ni un disparo. Los trozos de charqui no fueron suficientes Los tigres estaban demasiado hambrientos Y marcaron su territorio.

ESCAPE                                                                  AUTORA:   Sarah Klein

Se ocultó en un callejón…apoyó su espalda contra la pared como para sentirse contenida, resguardada…a salvo. Su respiración era entrecortada, aún jadeaba después de varios minutos. Su corazón parecía a punto de escapársele del pecho. Se mantuvo inmóvil durante algunos instantes…el tiempo parecía eterno, infinito,    No supo cuánto pasó… Cuando creyó restablecido su ritmo cardíaco decidió salir de su escondite y tratar de llegar a su casa.

Casa….ese lugar donde se siente segura…pero hasta cuando??? No podía seguir viviendo asi…siempre al limite, siempre con miedo…temiendo ser atrapada y no tener más su ansiada libertad….

Sabía cuáles eran los riesgos cuando todo empezó!!! Se lo habían planteado sin medias tintas. Todo fue claro al principio. Pero las cosas se fueron enredando y complicando. Empezaron a fallarle,  a perderle interés y menospreciarla… Hubo confusiones y malos tratos. Tuvo que empezar a mentir y escabullirse para no ser lastimada, para no salir herida…o muerta.

Y ahora había llegado a esta instancia y no sabía cómo huir…..Tenía que buscar una salida….tenía que trazar un plan de….escape!!!!

Pero por dónde empezar??? Dónde ir para no ser encontrada??? Cómo, cómo????

Era claro que debía hacerlo. No existía otra alternativa, no, no la había.

Tenía que cambiar su aspecto, su identidad…. Se miró por un largo rato al espejo…se sentía infeliz, cansada…al límite del agotamiento.  Era una mujer joven y bonita, tenía posibilidades de hacer transformaciones…varias. Si Claudia Almada tenía opciones.

Tuvo varias ideas y había que ponerlas en práctica. Primero decidió cambiar su nombre…luego su aspecto. Su ropa también cambiaría…ya no sería ni tan lujosa ni tan llamativa. Pero dónde conseguir ropa sencilla e informal?

De pronto recordó a sus vecinos y fue a pedirles…con la excusa que tenía un baile de disfraces y a las 9.20 de la noche era muy tarde y no podía alquilarla. Accedieron encantados y muy gustosos.

Se vistió con las ropas prestadas frente al espejo…y ahí empezó el verdadero cambio. Se sintió con fuerzas renovadas…casi eufórica!!!!

Después tomó las tijeras y dio un nueva imagen a su cabellera….Dejó de ser larga y sedosa…Dejó de ser ella misma….seguía su transformación…se veía diferente….comenzaba a sentirse diferente.

Tomó el dinero de su escondite….Todos sus ahorros acumulados por años estaban allí. Preparó una maleta chica con lo necesario para viajar. Todavía no tenía resuelto donde……pero estaba segura que sería lejos….muy lejos….lo más lejos posible.

Una nueva vida se abría en su horizonte, nuevas alternativas, tantas como quisiera…poder elegir….con total libertad…con toda su ansiada libertad.

El tiempo se encargaría de acomodar las cosas y las distancias traerían nuevos vientos sin tempestades

Miró a su alrededor y vio su casa fastuosa…nada de eso extrañaría. Se miró de nuevo al espejo y se percató de su cambio total

Dejó de lado todo lo superfluo, las joyas, las pieles, los bolsos, los zapatos de tacones ...  Ya no los necesitaría más… Ahora sería una nueva persona, tendría una nueva imagen, una apariencia menos sofisticada.

Si, Claudio Almada era un nuevo individuo.

OJOS NEGROS                                                                           AUTORA : Sarah Klein

 

Todo parecía estar listo para abordar el avión…pero por los alto parlantes anunciaron que habría un pequeño retraso por desperfectos técnicos.

Después de casi dos horas de espera para subir al avión y ahora esto…“No era un buen augurio” se dijo Ema para sus adentros.

Tenía que calmar sus nervios, esperar que volvieran a anunciar el abordaje…decidió ir al bar y tomar un café, negro y sin azúcar.

Se dispuso a ver pasar a la gente, todos tenían prisa por llegar… a algún lado, no importaba cuál, sólo corrían para llegar, empujando maletas, sosteniendo a sus hijos, maldiciendo por lo bajo por las demoras que ocasionaban grandes pérdidas de tiempo y dinero.

Al cabo de un rato, que pareció eterno, avisaron que podrían abordar. Caminaron por la manga para subir al avión y al llegar los recibieron con un cálido saludo y las debidas disculpas por el involuntario retraso.

Buscó su asiento, A 23, y se acomodó tratando de mantener la calma. A Ema no le gustaba mucho volar, pero las circunstancias la obligaban a hacerlo. Su trabajo se lo exigía. Era gerente comercial de una empresa de cosméticos y debía viajar a Roma a presentar una nueva línea de maquillaje

Por suerte le había tocado un asiento de ventanilla. Le gustaba mirar y sentir como el tiempo se deslizaba desde las alturas. Las imágenes se empequeñecían a medida que el avión se elevaba y un manto de nubes blancas parecían flotar por debajo. Se quitó los zapatos para estar más cómoda y distendida… si realmente deseaba sentirse así.

En breve sirvieron la cena, ligera pero sustanciosa. Se dio cuenta que temía mucha hambre…no había probado bocado desde el desayuno!!! Con los nervios del viaje no había tenido apetito.

Miró su reloj, marcaba las 22 hs. El avión llegaría a Roma cerca de las 8 de la mañana. Tendría tiempo para dormir; pero antes debía ir al toilette a higienizarse.

Pidió permiso para pasar, caminó por el pasillo…parecía interminable. Cuando llegó al toilette vio que estaba ocupado. Tuvo que esperar un buen rato. Casi ya desistía cuando se abrió la puerta y pudo entrar 

Se miró al espejo, tenía ojeras, lucía cansada y tenía sueño Debía dormir algunas horas para sentirse con energías. Al mediodía la esperaban para el evento de presentación. Se mojó varias veces la cara y se lavó las manos con jabón. Se puso crema en las manos para suavizarlas.El aroma a coco de la crema le agradaba. Se sentía bastante reconfortada. Salió del toilette más relajada y dispuesta a tener un sueño tranquilo y reparador.

De pronto notó algo que llamó su atención. Había un increíble silencio. No se escuchaba ningún murmullo entre los pasajeros. Ema miró hacia todos lados…nadie se movía ni hablaba. Tenían los ojos fijos…como si estuvieran hipnotizados. Parecían estatuas de carne y hueso!!!!!!

“Pero qué diablos estaba sucediendo” pensó Ema. Se escucho una voz como de ultratumba…no parecía humana….estaba dando órdenes desde la pantalla del televisor, obligando a realizar un aterrizaje en la isla más  cercana, Jamaica.

Ema no se animaba a mirar….temía caer en el mismo estado hipnótico y ….debía hacer algo para sacar a todos de esa situación!!!

Se le ocurrió que también en la cabina de mando debía estar ocurriendo lo mismo…y sintió un vacío enorme en el estómago. Tenía que hacer algo pronto, pronto…

No estaba segura si era una grabación o estaría emitiendo en vivo. Se le ocurrió que podía desactivar los circuitos cerrados de televisión Así dejaría de transmitir y…

Caminaba por el pasillo de espaldas para evitar mirar las pantallas. La voz seguía dando órdenes. Su voz se hacía imperiosa, se oía con furia y vehemencia. Estaba totalmente enajenado, era un delirio total. 

Siguió caminando y agarrándose de los respaldo de los asientos. Su deseo más ferviente era escapar de ese lugar y esa situación. Su pie izquierdo tropezó con un pliegue de la alfombra y cayó rodando sin poder detenerse. En su loca carrera su cuerpo dio un giro de noventa grados y su cabeza quedó inclinada hacia la derecha.

Su mirada se congeló al ver unos enormes y fríos ojos negros que la veían sin ver desde la pantalla

bottom of page